El GNL (por las siglas de gas natural licuado) es un gas natural similar al utilizado en el entorno doméstico, sometido a un proceso de enfriamiento a 160º bajo cero, permitiendo así que el volumen del gas en cuestión sea hasta 600 veces menor. Esto facilita su transporte y reduce su precio de forma sustancial.
El GNL es una de las fuentes energéticas más seguras del mundo. Tanto es así que el último accidente data del 2004, mientras que los siniestros son habituales en las plantas petrolíferas, por ejemplo. Esto se debe a los procesos que intervienen en el gas natural licuado, pues al entrar en contacto con el aire se evapora rápidamente, siendo además muy difícil de prender. En el caso de que sucediera, su llama puede extinguirse con facilidad debido a las reducidas dimensiones de la misma.
El GNL es la energía fósil menos perjudicial para el medio ambiente. Gracias a la reducción de su volumen durante el bunkering, es posible transportar gran cantidad en un mismo viaje, lo que además tiene un impacto positivo en la estructura de costes de la empresa en cuestión. Por otra parte, no es corrosivo ni tóxico, siendo la temperatura y el proceso de regasificación el único peligro asociado al GNL.
El GNL puede recibir incontables usos y aplicaciones dentro del sector servicios o la industria automotriz, siendo utilizado tanto como energía (electricidad, gas, etc.) como combustible para determinados vehículos 'eco' impulsados por gas natural licuado. Las estimaciones indican, además, que este recurso energético incrementará su amplio espectro de aplicaciones en los próximos años.
LNG Spain se dedica a la comercialización de gas natural licuado procedente de Rusia. Ofrecemos todos los servicios necesarios para transportar y almacenar el GNL, con un servicio de asistencia que abarca todas las etapas del proceso y que persigue la máxima satisfacción de cada uno de nuestros clientes.
Desde la perspectiva de la seguridad, la eficiencia y el pragmatismo, el gas natural licuado supera en mucho a sus competidores energéticos. En primer lugar, es mucho más económico, permitiendo reducir los costes relativos al transporte y almacenaje hasta en un 40%.
Por otra parte, es menos perjudicial para el medio ambiente, ya que produce un menor número de emisiones de partículas contaminantes y de NOx. Asimismo, ocupa un menor espacio, lo que beneficia tanto a empresas como a proveedores, sin olvidar el cliente final, pues su volumen puede reducirse hasta 600 veces.
Considerando que el GNL se evapora al entrar en contacto con el aire, el riesgo de provocar un desastre humano es mínimo, siendo muy reducidas las pérdidas económicas que ocasionaría a la empresa, en comparación con las explosiones de burbujas de metano o los incendios en las refinerías petroleras.
El punto de inflamabilidad del gas natural licuado es menos susceptible que otros recursos energéticos. Cuando el GNL frío entra en contacto con el aire más caliente, se convierte en una nube de vapor visible. A medida que sigue calentándose, la nube de vapor se vuelve más ligera que el aire y se eleva. Cuando el vapor de GNL se mezcla con el aire, sólo es inflamable si está en cantidades porcentuales de entre 5% y 15%.
El gas natural es el combustible fósil más limpio de entre todos los disponibles en el mercado, ya que produce menos emisiones contaminantes que el carbón o el petróleo. Asimismo, es más económico transportarlo a grandes distancias y puede almacenarse en cantidades significativamente más mayores que otros recursos energéticos.
La licuefacción de gas natural hace que sea más fácil de transportar, reduciendo así los costes logísticos de forma sensible. Cuando el gas natural se enfría y se licúa, únicamente ocupa 1/600 parte del volumen del gas natural en estado gaseoso, lo que proporciona una mayor manejabilidad con respecto a otros recursos.